07 junio 2012
Los ciclos de luz y temperatura afectan al correcto desarrollo del Lenguado
Un estudio realizado por el Grupo de Investigación de Nutrición de la Universidad de Murcia muestra que el desarrollo temprano de larvas de lenguado senegalés está afectado por la temperatura y por las condiciones de iluminación. La temperatura natural y los ciclos de luz de longitud de onda azul son las condiciones óptimas para el cultivo de esta especie y mejoran sustancialmente el rendimiento de la especie frente a otros regímenes foto-termales
La investigación pone de manifiesto como el efecto de diferentes termociclos y espectros de luz afectan al desarrollo temprano de larvas de Solea senegalensis. Para ello, larvas recién nacidas fueron sometidas a diferentes ciclos de temperatura y a diferentes fotoperiodos y espectros de luz.
Los experimentos revelan que el desarrollo temprano de las larvas se ve afectado tanto por las condiciones de temperatura como de iluminación. Las larvas sometidas a un termociclo natural y a ciclos de luz azul mostraron una mayor supervivencia y rendimiento, además de la incidencia de malformaciones en la mandíbula más baja. A la luz de los resultados, los investigadores resaltan que las condiciones de luz alejadas a las del medio ambiente acuático y temperaturas "no naturales" ponen en grave peligro el bienestar de las larvas de lenguado y afectan negativamente a su desarrollo. Las condiciones óptimas para el cultivo de esta especie se encontrarían en los rangos de 22,1-19ºC con una luz de 435-500 nm, aproximadamente, siguiendo los ciclos de día y noche.
Estas condiciones parecen ser un requisito previo para la correcta maduración del reloj biológico y la fisiología de la las larvas de esta especie de pez plano, aunque los beneficios potenciales de termociclos naturales y luces azules durante el desarrollo larvario aún no han sido probadas en otras especies de peces.
En el medio natural, la temperatura diaria y los ciclos de luz son los principales factores de sincronización para los peces ya que la rotación de la Tierra genera los ciclos de día y noche, frio y calor, a los que peces tienen que hacer frente para poder sobrevivir. Las transiciones de temperatura de frío a caliente están más o menos asociadas con el alba, y las transiciones de caliente a frío con el atardecer. Sin embargo, bajo condiciones de cría artificial, las condiciones ambientales son establecidas por los acuicultores para tratar de asegurar la supervivencia de los peces y el crecimiento.
Además, la columna de agua actúa como un filtro cromático, cambiando la composición espectral de la luz incidente y con ella su color y energía. Hay una atenuación rápida con la profundidad, por eso las longitudes de onda azul son predominantes en el medio acuático. Sin embargo, los sistemas estándar de iluminación (focos y lámparas fluorescentes) de uso común en los criaderos se desplazan hacia las longitudes de onda rojas y crean puntos luminosos, fuentes de luz que no son como el espectro en el medio ambiente lo que podría poner en peligro a los peces, comprometiendo su bienestar y pudiendo generar anomalías en el desarrollo esquelético.
Esta investigación ha sido financiada por el proyecto MEC "Circasole" AGL2007-66507-C02-02 y el proyecto SENECA 05690/PI/07.
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